Durante 75 años la familia Rojas ha estado al frente del famoso restaurante playero El César de Zapallar. Sin embargo, por estos días su negocio pende de un hilo: el 3 de julio pasado venció el contrato de concesión que el clan mantenía desde hace 15 años y el municipio decidió no renovarles la patente, ya que quiere iniciar un nuevo proceso de licitación, abierto a todos quienes deseen participar. Si bien la municipalidad no acredita dominio sobre el terreno donde está emplazado, el alcalde (s) Elicier Fuenzalida asegura que se trata de un bien nacional de uso público y que por ello tienen potestad sobre él.

Sin embargo, no todos piensan igual. Tres vecinos del balneario interpusieron una demanda contra el municipio en el juzgado de La Ligua, pues aseguran que los terrenos de sus casas llegan hasta el mar y que, por lo tanto, el sitio donde está ubicado El César les pertenecería. Asimismo, la familia Rojas interpuso un recurso en la Corte de Apelaciones de Valparaíso que se debiera resolver por estos días.

Como medio de presión, y mientras se resuelve esta situación, cinco concejales pidieron que se le entregara una patente provisoria al restaurante para que siga funcionando y se mantenga una "vieja tradición" del balneario. Pero el municipio no cede e incluso analiza la posibilidad de un desalojo.