David Belmar dejó TVN el lunes recién pasado y ya trabaja en el nuevo proyecto de Canal 13. Aquí responde a los fuertes cuestionamientos que han surgido en el directorio de la estación pública tras su inesperada salida.

-El directorio de Canal 7 considera que su traslado al 13 dejará en una clara desventaja competitiva a TVN.

-No veo cómo pueda afectar el hecho de que me haya cambiado a un competidor. Es cierto que tengo conocimiento de lo que pasó en TVN durante 18 años, pero éste es otro proyecto. Como una persona responsable, no haré cosas que no sean adecuadas.

-En Canal 7 algunas autoridades estiman reprochable éticamente que usted asuma en una estación de la competencia con la información estratégica que posee de TVN.

-Uno es libre de trabajar en el lugar que quiere. Por otra parte, mi integridad estuvo a prueba todos los días en que me tocó trabajar en el canal. Entiendo el temor que existe en algunas personas, pero ellos deben tener confianza en la consistencia profesional de la que he dado cuenta todos estos años. Esta situación, por lo demás, no está normada en Chile. TVN la ha vivido antes. Por ejemplo, cuando Jaime de Aguirre dejó de ser director de Programación  para asumir como director ejecutivo en Chilevisión. Ésta y otras situaciones no generaron mayores conflictos. Entonces no veo por qué en mi caso se plantea como un problema.

-En el directorio, además, existe molestia, porque dicen que el canal avaló un viaje de perfeccionamiento que usted realizó a España con la condición de que permaneciera en la estación durante un tiempo. Sin embargo, sólo dos meses después de su regreso, anunció que se iba.

-Ése fue un viaje de estudios que no nace de la intención del canal. Es una iniciativa mía, que la conversé en su oportunidad con el director ejecutivo de entonces (Daniel Fernández) y con algunos directores. Finalmente, aceptaron que yo me ausentara de TVN durante seis meses y medio, entre noviembre del  2009 y la última semana de mayo de este año. En ese período realicé una formación, que yo financié íntegramente, en una escuela de negocios.

-¿No cree que en TVN esperaba una retribución por la inversión que hicieron al apoyar su viaje?

-Eso pudo ser esperable, pero lo que pasó cuando volví después es bien significativo. Regresé a Chile el día 24 de mayo para asumir como director ejecutivo interino. En el ejercicio de este cargo se me consultó sobre la posibilidad de ser ratificado, pero como es sabido eso no prosperó. Eso para mí era una situación un tanto incómoda en términos de mercado: volver al puesto que tenía antes. Entonces, dentro de este último mes abrí una conversación  en términos de emigrar del canal. Una vez abierta la posibilidad de hacerlo, nunca imaginé que podría ser tan rápido. Las oportunidades se presentan y yo tomé mi decisión.

-En TVN afirman que existía un compromiso formal suyo para permanecer un tiempo más en el canal e, incluso, que durante su estada en España se le mantuvo su sueldo como ejecutivo.

-Agradezco la autorización que me dio el canal para realizar mi viaje, pero aquí entramos a una conversación sobre un acuerdo que es privado y a mí no me gustaría revelarlo, porque es transgredir la confidencialidad de un contrato. Además, preferiría no responder esa pregunta, porque no es el único elemento que estaba consignado en el acuerdo. Me quedo con que dicho viaje fue una iniciativa personal que yo financié.

-¿Entonces no sintió ningún tipo de compromiso por permanecer en el canal?

-La respuesta no sólo debe abordarse bajo la coyuntura de un viaje. Yo lo hago en el contexto de los 18 años de vida profesional que entregué al canal, porque en todo ese tiempo aporté lo mejor que podía para construir un proyecto de televisión pública excepcional. Mi lealtad con TVN durante 18 años me permite dejar la empresa con tranquilidad. Más bien siento un gran orgullo de haberla dejado en la posición en que está hoy día.