El ingreso de una solicitud a la Dirección de Obras de Caldera para construir un "proyecto armónico" de cabañas en el borde costero, desató esta semana una fuerte controversia en esa comuna de la III Región.
Inversiones Cemin, controlada por Juan Rassmuss, quien también es accionista de CAP, planea levantar 1.438 metros cuadrados de viviendas de descanso para sus trabajadores, en los terrenos de un relave que perteneció a la familia Kemeny.
El problema es que el 17 de febrero pasado, el nuevo plan regulador de Caldera explicitó que el lugar exhibía altas concentraciones de contaminantes por lo que no era apto para la construcción de viviendas.
A fines de los 70, los Kemeny, hoy en el ojo del huracán por la tragedia de la Mina San José, utilizaron ese terreno de 230 hectáreas para depositar los relaves del pique Chañarcillo, de su empresa minera Río Huasco. Por años el material se fue acumulando sin un correcto despeje, hasta que a inicios de la década pasada Rassmuss compró el sitio en un remate y lo mantuvo sin uso. Hasta que este martes ingresó su solicitud.