La visita de Cecilia Morel a la mina San José fue bien evaluada por las encuestas del gobierno. Pero no se trató de una excepción. En palacio señalan que su capacidad de empatizar con la gente ha sido probada desde la campaña. Y lo más importante: es el perfecto complemento del mandatario. "A Piñera le cuesta la cercanía con la gente, la llamada "cariñocracia" no es su fuerte. Justamente, esa parte se la puede dar su mujer", aseguran fuentes oficialistas. Con eso en mente, le han dado más espacio en la agenda del jefe de Estado. De hecho, en La Moneda ya fijaron un patrón: que aparezcan juntos una vez a la semana. Pero no descartan que la frecuencia aumente. Además, se busca potenciar la figura de Morel. Cercanos a la orientadora familiar indican que para ello no bastan las seis fundaciones que heredó como primera dama. "La idea es que ella cree y encabece un proyecto de corte social, como fue el caso de Sonrisa de Mujer, fundado por Luisa Durán. Por ahora, se están analizando varias posibilidades", dicen. En ese contexto, Morel intensificará su trabajo en terreno. Se prevé que viaje nuevamente a la mina San José y a las localidades sureñas más afectadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero. Su agenda también contempla viajes internacionales. En octubre, participará en la Cumbre de Primeras Damas en Malasia, donde el tema central será "Un niño hoy, un líder mañana". No sólo tendrá la posibilidad de exponer sobre algún tópico relacionado con la infancia, sino de compartir con algunas de sus pares más conocidas, como Michelle Obama y Carla Bruni.