Por quepasa_admin Agosto 20, 2010

Entre 2005 y 2006, el antropólogo Francisco Javier Solar Domínguez (30) -ex alumno de los Sagrados Corazones de Manquehue y hoy formalizado por formar parte de una asociación ilícita terrorista- tuvo sus primeros contactos con los ex lautaristas Pablo Morales Fuhrimann (42) y Rodolfo Retamales Leiva (42), acusados de liderar el grupo que ejecutó, desde el 2005, diversos atentados explosivos en Santiago.

A ambos -y también al ex lautarista Marcelo Villarroel (35)-, Solar los visitó mientras trabajaba en su tesis para optar al título de licenciado en Antropología en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, la que entregó en enero de 2007 y aprobó con  éxito y distinción.

Durante dicha investigación -titulada Resistencia al interior de la Cárcel de Alta Seguridad: la identidad en el Kolectivo Kamina Libre-, Solar, apodado "Cariñosito" o "Cariñoso" y quien fue un talentoso tenista cuando niño, comenzó a conocer las acciones de los lautaristas en los  80 y a solidarizar, tal como muchos de los grupos anarquistas y okupas locales, con los  presos políticos.

Ahí se fue cimentando parte de la relación que explica que ex lautaristas (que en la CAS formaron Kamina Libre) y grupos de anarcos y okupas se hayan mezclado y confluido. Tanto Morales como Retamales -apodado El Garza- eran constantemente invitados a foros a contar su experiencia y  a la vez mantenían contacto con ellos. Así, poco a poco, se convirtieron en personajes emblemáticos para anarquistas como Solar, quienes escuchaban con atención sus historias: ambos estuvieron presos tras participar, en 1992, en el atentado en el que murieron tres escoltas del ex intendente de Santiago Luis Pareto.

Al momento de su detención, Rodolfo Retamales - además de ser orfebre- trabajaba en el Canal Barrial 3, una estación comunal independiente. También filmaba y subía a internet acciones de los grupos okupas, entre ellas las ocurridas tras la muerte del anarquista Mauricio Morales, a quien le estalló una bomba afuera de la Escuela de Gendarmería, en Santiago. Era usual que "El Garza" participara en protestas de grupos anarcos y antiautoritarios, así como también se acercó al movimiento Andha Chile. Morales, en tanto,  tenía un trabajo estable y formal en la empresa de la familia de su pareja, Termotex, donde ganaba $ 450 mil mensuales. Sus cercanos aseguran que estaba totalmente reinsertado.

Hoy, Francisco Solar está en una complicada situación: según las pruebas presentadas por el fiscal Alejandro Peña, se le vincula con tres bombazos ocurridos entre 2006 y 2007: en la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), en Chilectra y en el Consejo de Defensa del Estado (CDE). Un testimonio en su contra -pese a que en la audiencia se disculpó con él y echó pie atrás a sus dichos en una carta- fue el que entregó el ex okupa Gustavo Fuentes Aliaga, alias El Grillo, formalizado por los bombazos y al que Solar conocía.

Al ser detenido, Solar vivía junto a su pareja en Valparaíso, en una casa arrendada. Tenía un trabajo estable e investigaba para la consultora CEC. "De todos los antecedentes que presentó el fiscal respecto a Francisco, el que más lo vincula es lo expresado por El Grillo, un testimonio que a su defensa le merece serias dudas", dice su abogado, Héctor Salazar.

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