Por quepasa_admin Agosto 27, 2010

Ocurrió hace más de veinte años. Entonces, el arquitecto Abraham Senerman tenía en mente comprar un terreno para construir un hotel de lujo en Viña del Mar. El sitio medía alrededor de una hectárea, se emplazaba en el sector del Museo de Cañones Navales, frente a Las Salinas, y era propiedad de Blanca Vergara, hija del fundador de esa ciudad. Sin embargo, a los pocos años, las negociaciones se truncaron. La transacción se demoró más de lo contemplado, y fue entonces cuando Senerman notó que aquel paño -avaluado aproximadamente en US$ 1 millón- no existía. A principios de los ´90 contactó al abogado José María Eyzaguirre y demandó a Vergara por venta de terreno inexistente. "Lo único que puedo decir es que fue una desilusión enorme porque teníamos el proyecto listo, con un hotel ingresado a la municipalidad y todo, y después nos encontramos con que el terreno no existía", aseguró en 2006 Senerman a El Mercurio de Valparaíso.

Hace tres meses, el arquitecto de Titanium  reflotó el caso y se acercó al abogado Carlos Cortés para demandar penalmente a Vergara por engañarlo con ese pedazo de tierra.

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