Por quepasa_admin Octubre 1, 2010

Desde febrero la broker de arte Cecilia Miquel --representante de Sotheby´s en Chile- y su hija, la curadora Cecilia Brunson, están enfrascadas en una disputa judicial con el corredor de propiedades Hugo Risopatrón. El conflicto se remonta a septiembre del 2009, cuando Risopatrón le encargó a Miquel la venta de la obra Les Yeux Fleuris, del pintor Salvador Dalí. Si bien en un comienzo el precio de venta se había establecido en US$ 100 mil, al supuestamente no encontrar ningún comprador por ese valor, Brunson, quien gerenció la transacción, lo vendió en US$ 60 mil.

Al tiempo, sin embargo, Risopatrón dice que se enteró de que en los hechos la obra había sido enajenada en US$ 110 mil y que el excedente había quedado en manos de la intermediadora. Por ello, interpuso una querella por estafa y apropiación indebida en contra de ambas mujeres en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago. Según cercanos a Risopatrón, lo importante en la configuración del delito es que Brunson vendió el Dalí en US$ 110 mil y ese mismo día mintió al asegurar que un cliente no pagaba más de US$ 60 mil por la obra.

La historia del cuadro en disputa es larga. Les Yeux Fleuris es parte de un lienzo de grandes dimensiones que Dalí pintó por encargo del Marqués de Cuevas para el ballet "Tristán, el loco" en la década del 40. Tras su muerte, la obra quedó en manos del coreógrafo chileno Raimundo Larraín Valdés, quien, antes de fallecer, decidió dividir la tela en 18 partes y repartirlas entre sus seis hermanos: Jaime, Elena, Mónica, Ana Luisa, Margot y Gerardo. Cada cual recibió tres piezas. Unos se quedaron con ellas, otros vendieron prontamente, mientras que algunos las repartieron entre su descendencia, entre los que figuran además de Hugo, los socios de PyG Larraín, Paulo y Gerardo.

Relacionados