La señal fue clara. Y así la interpretaron los demás cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) esa tarde en Buenos Aires. El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredol Moreno, no viajaría a Ecuador en el mismo avión que su par argentino, Héctor Timerman, para solidarizar con el presidente Rafael Correa, demostrando la molestia de Chile con Argentina, que ese mismo día decidió otorgar asilo político al ex frentista Sergio Galvarino Apablaza, acusado de participar en el asesinato del senador Jaime Guzmán.
Moreno, en vez de subir al avión presidencial argentino "Tango 01", cedido para la ocasión por la presidenta trasandina Cristina Fernández desechó la invitación de Timerman y optó por volar en un aeronave de la fuerza aérea brasileña con los cancilleres María Ángela Holguín de Colombia y Antonio Patriota, vicecanciller de Brasil.
Con Timerman voló finalmente el canciller boliviano, David Choquehuanca, y el de Uruguay, Luis Almagro.
Esa misma noche, en Buenos Aires, durante la reunión de presidentes de Unasur convocada para tratar la crisis de Ecuador, el presidente Sebastián Piñera le planteó a su homóloga argentina, Cristina Fernández, su desacuerdo con el refugio a Apablaza.