En esta edición, entrevistamos al economista Klaus Schmidt-Hebbel. El proceso por el asesinato de su hijo Diego trae aparejadas reflexiones no muy recurrentes cuando se trata de abordar casos judiciales mediáticos. De partida, está el tema de la confianza social: vivimos en estado de alerta porque nadie sabe la calaña de los que nos rodean. Un vecino podría significar nuestra tragedia. Eso sofoca. Y separa. Pilar Pérez se ha convertido en una pesadilla posible.
Carlos Peña instaló otro tema en el debate: las emociones no pueden encandilar a los jueces y, por ende, a la justicia. Schmidt-Hebbel aporta luces sobre sus motivaciones y con eso le responde al rector de la UDP. Y también verbaliza un deseo de justicia, que no debe considerarse una perogrullada: muchos en Chile se someten -o deben someterse- a la resignación de una justicia que a veces tarda y no necesariamente llega.