Aunque a menor escala que el episodio de Barrancones, la franco-belga GDF Suez tuvo un foco de conflicto en la región del Biobío, a causa de la central de pasada Laja.

A diferencia del caso en Punta de Choros, donde intervino el propio Presidente de la República, en la pequeña comunidad de Puente Perales, a 30 kilómetros de Laja, un grupo que integra la Junta de Vecinos de la localidad puso en entredicho este proyecto eléctrico, el cual generará una potencia de 34,4 MW y que contempla una inversión de US$ 110 millones. A fines de agosto un grupo de residentes de Puente Perales y La Aguada amenazaron con presentar un recurso para paralizar las obras. Tras varias conversaciones entre ejecutivos de la firma y las autoridades comunales, hace un par de semanas Suez cerró un acuerdo donde se compromete a realizar aportes a la zona por $ 330 millones. Los recursos aumentan en 11 veces lo estipulado en la resolución ambiental que aprobó el proyecto, que fijaba una compensación de $ 30 millones. La cifra que Suez entregará como fondos de ayuda a la comunidad se destinará a la construcción de un balneario, la edificación de un complejo deportivo y el levantamiento de un cerco en la escuela rural. Antes de este convenio, la franco-belga ya había comprometido mejoras en la sede social, la donación de buzos deportivos y ropa de cama para los dueños de residenciales de la comuna.