Luego del episodio Barrancones, la relación entre el empresariado y el gobierno de Sebastián Piñera no quedó en su mejor pie. Pero la reciente gira presidencial a Europa -a la cual fueron invitados René Merino, Rafael Guilisasti, Andrés Concha y Jorge Errázuriz, entre otros- reveló que la relación entre los gremios y La Moneda funciona bastante mejor. Quienes fueron testigos de este viaje, organizado por ProChile, aseguran que salieron a comer en más de una ocasión, y que durante las visitas programadas de la gira, una de las instancias que dejó en evidencia la buena sintonía entre Piñera y los empresarios se produjo en la oficina del arquitecto inglés Norman Foster. Ahí los empresarios, en un ambiente muy distendido, le hicieron una petición muy particular al presidente: que convocara a Foster a crear un proyecto en Chile. Para darle fuerza a su "solicitud", escribieron una dedicatoria en el libro de Foster, que el grupo empresarial le regaló al mandatario. "Para nuestro presidente de parte de los empresarios que lo acompañan en su primera gira a Europa, para que pueda cumplir su sueño del proyecto del Mapocho navegable u otro de gran envergadura", decía la leyenda. Otro signo del buen clima se percibió cuando la comitiva se trasladaba desde Londres a París. Debido a la huelga en Francia, los empresarios pensaron que, para evitar contratiempos en el aeropuerto, era mejor tomar el tren que se desplaza bajo el Canal de la Mancha. Pero Piñera los invitó a viajar en su avión presidencial. El gesto fue aplaudido por el grupo, quienes además fueron recibidos con honores de Estado: una banda francesa entonó el himno nacional y La Marsellesa cuando pisaron tierra gala.