Por quepasa_admin Octubre 29, 2010

No sólo el magistrado que investiga las acusaciones de abuso sexual en contra del sacerdote Fernando Karadima removió la causa penal esta semana, cuando citó a declarar al ex párroco de El Bosque. Además de la decisión del ministro Leonardo Valdivieso, el Vaticano también hizo un inesperado gesto hacia los cuatro profesionales que denunciaron al religioso.

El pasado domingo 24,  una carta con remitente de la Santa Sede llegó a la casa de uno de ellos: el periodista Juan Carlos Cruz. La misiva venía firmada por el cardenal y  prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Raymond Leo Burke, cuyo cargo corresponde a una de las máximas autoridades de justicia de la curia romana. A los cuatro acusadores del sacerdote chileno les sorprendió el compromiso adoptado por Burke de enviar a la Congregación para la Doctrina de la Fe -donde se investiga a Karadima- los antecedentes expuestos en un documento enviado anteriormente por Cruz.

En este texto el periodista relataba el trato discriminatorio que, según él, ha existido de parte de las altas esferas de la Iglesia chilena hacia las supuestas víctimas del cura diocesano. "Contrariamente a la petición que hizo Benedicto XVI a los obispos de todo el mundo, de escuchar a las personas que denuncian estos hechos, nadie en el Arzobispado de Santiago nos ha recibido para escuchar nuestro testimonio", argumentaba el periodista en su misiva. La inesperada carta del cardenal  Burke es vista entre los cuatro profesionales como una nueva señal de apertura de la Santa Sede.

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