La idea de resucitar uno de los más conocidos enclaves culinarios de los políticos, el céntrico restaurante Fulano, Zutano y Mengano, siempre estuvo en la mente de su dueño Sergio Solís, uno de los amigos más cercanos del ex presidente Ricardo Lagos.
Para reabrir sus puertas, Solís pensó que la mejor fórmula era echar mano a viejos conocidos. Así, hace cuatro meses contactó a su amigo, el abogado Jorge Bofill, del estudio Bofill Mir & Álvarez Jana, con la idea de entusiasmarlo con el nuevo plan. La propuesta calzaba perfecto con un antiguo proyecto: desde hace tiempo les rondaba la idea de ser socios en un negocio. Finalmente, la comida se transformó en el punto de unión. El restaurante abrirá sus puertas en diciembre en el Patio Bellavista. La apuesta gastronómica tendrá como base la carta del Fulano del centro: pastas, carnes y variadas ensaladas. Pero los socios quieren innovar y crear platos propios. Por ello, planean reunirse a degustar diversas alternativas antes de definir la carta que marcará la resurrección de un clásico.