Furor ha causado en Chile el iPhone. En cualquiera de sus cuatro versiones, circulan en el país 120.000 unidades de estos teléfonos que fabrica Apple, según afirman en las operadoras de telefonía móvil. Pero el modelo que arrasa en el mercado y quiebra stocks es el más reciente: el iPhone4, que cuesta cerca de $ 320.000.

La locura por adquirirlo empezó el mismo día que llegó a Chile, el 24 de septiembre -sólo un mes después de irrumpir en el mercado estadounidense-. Entonces, cientos de personas llegaron a las tiendas de las tres compañías telefónicas que lo venden.

La versión ultramejorada del 3G se agota todas las semanas y se calcula que hasta la fecha se han vendido más de 16.000 de estos aparatos.  Pero esto no sólo se explica  por la novedad y sus múltiples aplicaciones, sino también porque su disponibilidad es limitada. Apple hace entregas controladas de teléfonos a las compañías que lo comercializan y sólo lo repone una vez que se agota. En Movistar, por ejemplo, reciben sólo 1.500 teléfonos semanalmente, pese a que los interesados superan con creces ese número. Ésa es justamente la idea, dicen ejecutivos ligados a Apple, quienes señalan que lo que se busca es generar una necesidad constante.

Esta situación no cambiaría en los próximos meses. Se espera que la demanda aumente a medida que se acerque la Navidad: se estima que durante ese período se venderán 10 mil aparatos más.