El sello de la eficiencia se ha convertido casi en una obsesión para el presidente Sebastián Piñera, desde que asumió en La Moneda. Por esa razón, en marzo de este año le pidió al asesor inglés y ejecutivo de la consultora McKenzie, Michael Barber, que replicara en la Segpres el exitoso modelo de gestión que puso en marcha durante la administración de Tony Blair. Así fue como el ministro Cristián Larroulet contrató los exclusivos servicios de una de las principales consultoras a nivel mundial, para reforzar al equipo de profesionales que lo asesora en el seguimiento de las políticas públicas de los 22 ministerios del gobierno.

Llamado "Delivery Unit", como en Inglaterra, la "unidad estrella" de Larroulet debe velar por el avance y los resultados de las siete metas que fijó el presidente en su discurso del 21 de mayo. Con el propósito de potenciar el trabajo de sus asesores, Larroulet puso a cargo del grupo al  ingeniero civil Claudio Seebach, quien convocó a ocho profesionales jóvenes para cumplir con esta misión.

El modelo de eficiencia aplicado por McKenzie está en evaluación al interior de La Moneda, entre otras razones porque el grupo de asesores del Segundo Piso, liderado por la abogada María Luisa Brahm, cumple una función similar con el apoyo directo del presidente Piñera.

No obstante, la reestructuración sugerida por la consultora ya se está implementando en los gobiernos regionales, por la Segpres y el Ministerio del Interior.