Desde enero del año pasado que el directorio de Falabella, presidido por Reinaldo Solari, tenía conocimiento de la decisión tomada por José Codner de vender el control que tenía en Farmacias Ahumada, cadena en la cual el retailer ostentaba el 20% de la propiedad.
Así, a contar de esa fecha se barajaron múltiples opciones para el destino de los casi US$ 100 millones que recibiría Falabella en el caso de que optara -como finalmente lo hizo- por vender las acciones a la mexicana Casa Saba.
Una vez concretada la venta de los 30 millones de acciones, el grupo que preside Solari decidió utilizar la totalidad del dinero recaudado en el pago anticipado de los bonos serie E, los cuales datan desde 2006. Para llevar a cabo esta transacción, entregó un mandato al Banco de Chile, entidad que oficiará de "caja pagadora" para todos los tenedores de bonos. Éstos deberán aceptar las condiciones de Falabella, grupo que se acogió a una cláusula, la número 13 del contrato de la serie E, para adelantar el pago de la deuda.