En octubre, la empresa MPX, a cargo de la construcción de la central termoeléctrica Castilla,  recibió un informe del Centro de Información Toxicológica de la UC, liderado por el doctor Enrique Paris. Según el brasileño Pedro Litsek, gerente general de MPX, la conclusión del estudio es que "no hay daño contaminante en Castilla. Señala que si al lado de las chimeneas existiera una población de 13 millones de habitantes, sólo uno podría contraer cáncer. Y como no existe esa población, no hay peligro", indica.

Por mientras, el grupo Castilla difundirá el documento, antes de que la Corema vote el proyecto.

-¿Y cuál es su plan B si reprueban la termoeléctrica?

-Confiamos que la aprobarán. Pero recurriremos a todas las instancias para que Castilla se construya.

-¿Han conversado con autoridades?

-Nunca hemos hablado con el presidente. Sí con los ministros de Energía y de Medio Ambiente. Se ha dicho que Eike Batista (dueño de MPX) llama al gobierno, pero eso jamás ha sucedido.

-Se habla de que han hecho lobby. Que el canciller brasileño Celso Amorim visitó Chile para reunirse con su par chileno y el en ese entonces presidente electo, Sebastián Piñera.

-Pero eso es normal  entre autoridades.

-Hay quienes critican que su abogado sea el ex socio del ministro de Interior.

-Gente experta recomendó a Andrés Jana como uno de los mejores en derecho administrativo. No se puede desmerecer su carrera porque es amigo de un ministro. Y nunca hemos sabido de una conversación entre Jana y el ministro. Ni se lo hemos pedido.

-¿Y cuál es el rol de Cristina Bitar?

-Al principio mantuvimos bajo perfil porque es política de la empresa. Tal vez fue un error. En julio, cuando se presentó el problema con el seremi de Salud, sentimos que nos hacía falta difundir información sobre la empresa y pensamos en Cristina Bitar. Hoy, ella trabaja en redes sociales y comunidades. También va  a colegios y universidades y da a conocer lo que hace nuestra empresa, en particular Castilla.

-¿Cree que el gobierno enfrentó bien el conflicto de Barrancones?

-Dijo que era una excepción, y así esperamos que sea. El empresariado se preocupó. Pero no nos interesa criticar al presidente. Lo tomamos como una excepción.

-¿Ustedes apoyaban ese proyecto?

-No tenemos los elementos para apoyar o no a esa central. Pero si fue aprobada por todos los organismos, tiene que haber reunido las condiciones ambientales. Cada termoeléctrica es un proyecto independiente, y para estar a favor o en contrainfluyen varios factores y dónde esté.

-¿Barrancones les jugó en contra?

-La gente puso más que nunca sus ojos en Castilla. Era el proyecto que venía después. La agenda versus las centrales tomó fuerza. En ese sentido, lo de Barrancones fue malo para nosotros. Además, decían que acá se estaba construyendo algo que no se podía hacer en Brasil. ¡Mentira! Hubo mucha desinformación lamentable.

-Si se rechaza Castilla ¿es un mal precedente para los inversionistas?

-Todo lo que pasa en un país, los inversionistas lo ven.