Hasta que finalmente se vendió. El paño de 29 hectáreas del Club de Aeromodelistas de Chile (CACH) ya tiene nuevo dueño: la familia Krauss, ex controladora de la cadena de ópticas Rotter & Krauss junto a otros inversionistas se quedaron con el preciado terreno, ubicado en el sector norte de Santiago, cerca de Valle Grande.

Considerado uno de los pocos sitios aptos para desarrollo industrial "molesto" que iban quedando en la Región Metropolitana, varias eran las empresas que querían trasladar allí sus bodegas o líneas de producción, dada su estratégica ubicación, cerca de la Panamericana y con conexiones a todo Santiago y el aeropuerto.

Por mucho tiempo, hubo inversionistas tratando de comprar la propiedad, pero su alto valor, el interés por quedársela y entremedio la crisis económica demoraron el proceso.

Hace dos semanas, el grupo de inversionistas liderado por el actual director de Hites y ex gerente general de Rotter & Krauss, Martin Krauss, cerró la compra en algo más de US$ 13 millones, según fuentes ligadas a la operación. La idea es generar un nuevo polo industrial en el área.

La gestión del desarrollo y comercialización del proyecto se le encargó a la empresa Pronor, especialista en obras industriales y, aunque aún no han comenzado a comercializarlo, ya hay varios interesados, incluyendo un par de empresas extranjeras.