Corta pero intensa. Así fue la agenda del Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, quien aterrizó el jueves 9 de diciembre en Santiago. Invitado a dar una conferencia auspiciada por el Bci, la semana pasada, el galardonado profesor de la Universidad de Columbia no sólo dictó cátedra sobre la recuperación económica, sino que además aprovechó el tiempo para meetings protocolares y, también, para reencontrarse con viejas amistades. En sólo dos días.
Durante la jornada del viernes Stiglitz, quien es reconocido por su pensamiento crítico al sistema de libre mercado, se reunió -en un almuerzo donde también estuvo el presidente del Bci, Luis Enrique Yarur- con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y con los secretarios de Estado de la misma cartera, el colombiano Juan Carlos Echeverry y el peruano Ismael Benavides. Allí, además, conversó con el ex ministro Nicolás Eyzaguirre, hoy director del FMI. En la cita, Stiglitz -quien viajó con su mujer Anya- escuchó las inquietudes de varios banqueros del país. Si bien les comentó su preocupación por la lentitud de la recuperación económica a nivel mundial, les transmitió también su confianza por la estabilidad del modelo chileno. Ya en la tarde, el economista se reunió con el ex presidente Ricardo Lagos, con quien conversó a puertas cerradas durante una hora. Ese mismo día se trasladó junto a su señora a Viña del Mar, donde el mandatario Sebastián Piñera lo recibió en Castillo Hidalgo para una comida en su honor.
Pero no todo fue diplomacia. Apenas aterrizó en Chile, Stiglitz aprovechó algunas de sus horas libres para reunirse con su ex alumno Sergio Godoy, hoy profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica. El académico le realizó un city tour flash y lo llevó a comer centolla y tomar vino chileno.