Si bien el programa recién se lanza el 13 de enero, Start-Up Chile -la iniciativa del Ministerio de Economía, ejecutada por Corfo a través de InnovaChile, que pretende traer emprendedores extranjeros de alto potencial a Chile- ya empezó a andar: abrieron oficinas en el piso 12 de la torre Bicentenario, en Morandé 975. Ahí trabaja el equipo estable del programa, compuesto por diez personas más los 34 emprendedores, que provienen principalmente de Stanford y Berkeley. En todo caso, con la llegada de más extranjeros, Start-Up Chile buscará nuevas instalaciones. Esto se concretaría a comienzos de 2011. La idea es replicar un modelo de oficinas como las de Google en Palo Alto. No tanto por el glamour o el amoblado, sino que por el funcionamiento: contar con espacios abiertos y no cubículos, que haya mensajes motivacionales pegados en las paredes, zonas donde esté prohibido hablar y que exista un ambiente colaborativo, donde los emprendedores puedan establecer redes. También tienen pensadas áreas de descanso y una cocina común. La razón es simple: en el viaje que Diego Alcaíno, una de las cabezas de Start-Up, hizo a California para captar talentos, aprendió que éste es el tipo de oficinas en las que operan las empresas más innovadoras de EE.UU.