En la entrevista que dio a Chilevisión en septiembre pasado, el ex frentista Mauricio Hernández Norambuena puso énfasis en que sólo entregaría más antecedentes sobre el asesinato del senador Jaime Guzmán si regresaba a Chile, donde es requerido por ese crimen y por el secuestro de Cristián Edwards. De inmediato, la UDI se mostró dispuesta a lograr que el "comandante Ramiro" -quien cumple una pena de 30 años por el plagio del publicista Washington Olivetto en una cárcel de Brasil- volviera a territorio nacional. El gobierno, sin embargo, tenía otros planes, lo cual quedó de manifiesto en una reunión privada entre el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, y el abogado del ex miembro del FPMR, Alberto Espinoza.

La cita tuvo lugar hace cerca de un mes en la oficina del ministro Bulnes, y en ella también participó Laura, la hermana de Hernández Norambuena. Espinoza le preguntó al ministro si el Ejecutivo realizaría gestiones para que su cliente regresara a Chile, y la respuesta fue que eso "no estaba en la agenda del actual gobierno", según asegura el abogado del ex frentista. Ello debido a que las condiciones de Brasil para extraditarlo serían casi imposibles de cumplir.