Hace unas semanas, Carmen Balcells -la famosa agente literaria e impulsora del boom latinoamericano- selló la venta de gran parte de su archivo de manuscritos al gobierno español. Una iniciativa que, tomando en cuenta la avanzada edad de Balcells (80), fue catalogada por muchos como una estrategia para dejar su legado asegurado. Dentro de ese material, hoy  manejado por la Biblioteca de Catalunya -una de las tantas instituciones donde se guardarán los originales-, se encuentran varios manuscritos de escritores nacionales. Isabel Allende y José Donoso son los autores locales con más originales en este archivo que, en su totalidad, se vendió en 3 millones de euros (unos US$ 3.9 millones). "Eva Luna"  y "De amor y de sombra", de Allende; "Cuatro para Delfina"  y "Naturaleza muerta con cachimba", de Donoso, están en la lista. Jaime Collyer, en tanto, es el chileno más joven en este legado, que conserva una copia del manuscrito de "El infiltrado". Otros nacionales incluidos son Antonio Skármeta ("Match ball"), Mauricio Wacquez  ("Ella o el sueño de nadie") y  Diamela Eltit ("El cuarto mundo").