Hasta el año pasado era posible encontrar en Chile el famoso vodka Stolichnaya con distintos precios y etiquetas. Pero hoy esta situación parece estar cambiando. En el país, dos actores internacionales se disputan la propiedad intelectual y su marca comercial: la empresa rusa estatal FKP -ligada a las chilenas Importadora Santiago y Comercial Escocia; y, por otro lado, la holandesa privada SPI, asociada localmente con Errázuriz.
Hoy la guerra por una de las bebidas alcohólicas más reconocidas del planeta presentó un nuevo episodio: 13 contenedores con cerca de 12 mil cajas enviadas desde Rusia por FKP están retenidos en las aduanas de San Antonio y Valparaíso. ¿La razón? En dos oportunidades -el 10 de diciembre y el 11 de enero pasado- el estudio Bofill, Mir & Álvarez Jana -representantes de SPI- solicitaron una orden judicial de suspensión de despacho de estos envíos. Alegan que la marca les pertenece.
En el otro bando -y esgrimiendo los mismos argumentos-, los representantes de FKP, el estudio Marinovic & Cía, solicitaron el alzamiento de la medida, cuestión que aún no ha sido resuelta por el juez.
El conflicto, en todo caso, es de larga data. Y a nivel mundial: el colapso económico de la ex URSS generó varias privatizaciones de empresas estatales, entre ellas Stolichnaya. Pero desde 2001, el ex primer ministro Putin decidió encabezar una batalla internacional por la recuperación del control estatal sobre el producto y su comercialización.