A pasos agigantados y en completo hermetismo ha trabajado desde octubre el equipo de expertos norteamericanos de la consultora Altegrity Risk, que contrató el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, para que durante seis meses estudien la realidad de las 88 cárceles chilenas, cuyo hacinamiento supera el 70%. Hasta el momento, los especialistas ya han visitado 30 penales, entre ellos dos emblemáticos: la ex Penitenciaría de Santiago y la cárcel de San Miguel, en cuyo trágico incendio del 8 de diciembre murieron 83 internos.
El grupo ha recorrido el país de Arica a Punta Arenas, dividido en 3 equipos. Entre los expertos -cuya base de operaciones está en el edificio de Gendarmería de calle Rosas en Santiago-, varios que han sido alcaides y han trabajado en penales emblemáticos de Estados Unidos, como las cárceles de Folsom y de San Quintín. Y cada uno tiene distintas especialidades: reinserción social, clasificación de internos e infraestructura y operación carcelaria.
La consultora Altegrity Risk es considerada una de las mejores en el mundo en la materia, y ha hecho un trabajo similar en más de 30 países. En el caso de Chile, el informe final que entregarán en abril próximo será clave para la nueva matriz carcelaria en la que trabaja Bulnes. La idea del ministro, según detalló en la cuenta pública hace unos días, es poder tener a futuro un centro de derivación de personas condenadas, a fin de que un grupo de peritos estudien caso a caso y asignen a los internos a penales segmentados de acuerdo a la peligrosidad, riesgo de fuga, tipo de condena y problemas mentales, entre otros aspectos.
El convenio con la consultora norteamericana tuvo un costo de US$ 300 mil.