Conocida su buena relación con las altas esferas de las Fuerzas Armadas, el ex ministro de Defensa, Francisco Vidal ha sido uno de los principales valedores de los criterios concertacionistas respecto a las designaciones del alto mando del Ejército, durante las polémicas suscitadas en las últimas semanas. Su decidida intervención llevó a que algunos políticos, incluso de su conglomerado, criticaran sus declaraciones y cuestionaran, además, su rol como asesor del Ejército.

Desde abril de 2010, Vidal es colaborador del Consejo Académico Consultivo de Estudios e Investigaciones Militares (Caceim), instancia que depende directamentedel comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba. Por esa labor recibe mensualmente $1.300.000. Pero el ex ministro no está solo en esta función: junto a él participan del consejo el ex líder de Copsa y actual presidente del CNTV, Herman Chadwick, el abogado y columnista Jorge Navarrete Poblete, el ex diputado (UDI) Sergio Correa, y los generales (r) Jorge Fuenzalida Rojas, Rodolfo González, Hernán Torres y Juan Matus. El consejo es conducido por los generales (r) Juan Carlos Salgado y Javier Urbina. Según Vidal, la entidad -creada en enero de 2006 por el ex presidente Ricardo Lagos y el ex ministro de Defensa Jaime Ravinet- tiene como objetivo "asesorar al Ejército para fortalecer las relaciones entre la sociedad civil y la institución". Las reuniones son semanales y se realizan en  el Centro de Estudios e Investigaciones Militares.