Por quepasa_admin Febrero 11, 2011

El lunes recién pasado, se escribió un capítulo más del caso Falabella-D&S. Cinco importantes ejecutivos comparecieron ante el Ministerio Público por el uso de información privilegiada, luego que compraran acciones de la cadena de supermercados días antes que se anunciara la fusión con la multitienda, en mayo de 2007.

La audiencia fue el corolario de tres años de investigación. Durante ese período los cinco involucrados -Vicente Aresti, Alejandro Irarrázabal, Eugenio Eben, Ana María Laguna y Peter Studer-  protagonizaron importantes cambios profesionales, a pesar de estar constantemente bajo el escrutinio público.

La socia de Extend Ana María Laguna sigue ligada a la empresa de comunicaciones, aunque dejó la cuenta de D&S. Su ex marido, Peter Studer  renunció al HSBC y hoy realiza consultorías financieras de manera independiente.

El clan Aresti (Vicente, Alejandro Irarrázabal y Eugenio Eben), ex controladores de Tucapel, estuvieron a punto de fusionar la firma ligada al rubro alimenticio con la argentina Molinos Río de la Plata en 2007. Finalmente, en diciembre de 2009, vendieron la arrocera al gigante brasileño Camil.

María Luisa Solari -quien también está en el grupo de imputados, aunque no fue a la audiencia de formalización-, junto a su pareja Marcel Zarour, no ha dejado de estar activa estos tres años. A través del Haras El Sheik han llevado sus caballos fina sangre a Dubái. Empresarialmente, la dueña del 12,6% de Falabella ha dado espacio para que su hija, Cecilia Karlezi, maneje la fortuna familiar, invirtiendo recientemente en Cruzados SADP (donde tiene el 10%) y en la Clínica Las Condes.

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