- Tras el terremoto en Japón, y la crisis nuclear que éste generó, la oposición a la energía nuclear creció significativamente. Por lo mismo, al parecer el rechazo a HidroAysén ha disminuido en Chile.
- Lo que aquí ha pasado es que HidroAysén ha aparecido diciendo: "Amigos, no debemos seguir el camino nuclear. Pero no se preocupen, nosotros tenemos lo que necesitan: una energía hídrica limpia y buena". Pero eso, sólo un público crédulo, y algunos políticos y autoridades poco inteligentes lo aceptarían.
- ¿Por qué? ¿No cree que su aprobación es hoy más probable?
-Si el Ministerio de Energía es inteligente, no aprobará este sistema que provoca un alto impacto en Aysén. En cambio, debiera concentrarse en la formación de buenos programas de eficiencia energética y fomentar las energías renovables no convencionales. Una buena idea es retirar las ampolletas incandescentes y sustituirlos por LEDS. Sólo eso haría los daños en los ríos Baker y Pascua innecesarios.
- ¿Cómo evalúa a esta administración en materia energética?
- Por ahora, Chile es un país con una política energética poco completa y poco comprensiva, y donde la conservación y eficiencia no están dentro de sus prioridades. Lo que se necesita son buenas ideas convertidas en buenas políticas públicas. Debieran pedir la ayuda de expertos. Con todo, Chile ya tiene suficiente energía para asegurar el desarrollo de toda una generación.
- ¿Como qué expertos?
- Lo que Chile debe hacer es contratar al norteamericano Amory Lovins, probablemente el especialista líder mundial en eficiencia energética y generación limpia y renovable. Chile necesita el deseo político y la inteligencia para tener la energía del siglo XXI y olvidar las grandes centrales de la era de los dinosaurios y los sueños de energía nuclear.