Por quepasa_admin Marzo 31, 2011

La Fundación para la Confianza,  que creó el año pasado el filósofo José Murillo, uno de los denunciantes de Fernando Karadima, ya tiene sede: dos oficinas en el último piso de un edificio de calle Miguel Claro, el mismo que paradójicamente alberga al Instituto Catequístico de la Universidad Católica.

La fundación, que prepara políticas de prevención  para todo clase  de abusos de poder, en  especial de tipo sexual, es presidida por Murillo, mientras que su vicepresidente es otro de los acusadores del sacerdote: James Hamilton. La sede no es su única novedad: recientemente, un colegio contrató sus servicios de aseoría para prevenir el bullying.

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