Hasta hace pocos meses, aparecía como inminente el cambio de domicilio de la embajada de Brasil, ubicada en el Palacio Errázuriz de la calle Alonso de Ovalle, en pleno centro de Santiago. Durante todo el 2010 la misión diplomática de ese país en Chile evaluó seriamente la posibilidad de mudarse al sector oriente capitalino. ¿El motivo? No ven con buenos ojos la cercanía del emblemático inmueble a la autopista Norte- Sur, ni la lejanía que en la actualidad mantienen con casi todo el resto de las embajadas en el país.

Por estos días, sin embargo, la decisión ha quedado stand-by: fuentes diplomáticas aseguran que concretar un cambio de esa magnitud a pocos meses del arribo del nuevo embajador, Frederico Cezar de Araujo, es evaluada como una mala señal.

En 1941, el gobierno brasileño le compró a Agustín Edwards Mac-Clure este palacio, construido en 1872 a pedido de Maximiliano Errázuriz Valdivieso.

Durante las seis décadas que ha servido como residencia de la misión brasilera, el inmueble ha sido testigo de importantes recepciones. Asimismo, en 2006 se convirtió en el edificio más visitado de Santiago durante el Día del Patrimonio Cultural.