Las medidas que tomó el presidente del directorio del Club de Golf Los Leones, Sergio Urrejola, tras el robo del Porsche Panamera (que el miércoles fue encontrado por Carabineros) del empresario Leonidas Vial desde el estacionamiento de ese recinto desencadenaron una verdadera batahola entre sus socios. ¿El motivo? Urrejola resolvió despedir a Emilio Estuardo, jefe de camarines del club desde hace 48 años, tras enterarse de que no había avisado a tiempo sobre la presencia de dos sospechosos en los camarines del recinto.
Querido como pocos empleados en el club, la desvinculación de Estuardo generó indignación entre los accionistas. La semana pasada, incluso, Gerardo Valdés, director de la entidad, le pidió a Urrejola la reincorporación del trabajador, pero ante la negativa de su presidente, Valdés decidió renunciar a su cargo. Las presiones continuaron: el jueves pasado, el abogado de Colbún Pedro Felipe Vial presentó al directorio una carta firmada por más de 250 socios pidiendo la recontratación de Estuardo. La misiva estaba firmada entre otros, por los abogados Michael Grasty, Roberto Guerrero del Río, los empresarios Victor Bezanilla y Pedro Brown y la cabeza de ProChile, Félix de Vicente. La magnitud que cobró el asunto se tradujo en que el domingo pasado a mediodía se citara a una reunión extraordinaria de directorio para tratar el tema. Quienes asistieron al encuentro aseguran que el abogado Jorge Carey tuvo un papel fundamental en la resolución del problema. Articulador del grupo de minoría que dentro de la mesa estaba en contra del despido de Estuardo, logró convencer al presidente de que no era una buena "movida" persistir en esa decisión si la mayoría de los socios estaba en la línea opuesta. Su posición fue ganando adeptos entre los directores, hasta que finalmente se acordó por unanimidad reintegrar a Estuardo. Será la gerencia del club la encargada de determinar qué funciones le corresponderá ejercer desde ahora.