¿Qué puede haber en común entre Sara Larraín, el colegio Santiago College y la empresa Aconcagua? Hace poco más de un año, un ejecutivo de la constructora se acercó al abogado ambientalista Fernando Molina Matta para pedirle asesoría. Por ley las empresas están obligadas a forestar para compensar emisiones de material particulado o por corta de bosque. Pero Aconcagua no sabía dónde hacerlo. Entonces, contactaron a la ecologista Sara Larraín, quien requería cultivar un santuario de la naturaleza -de unas 12 mil hectáreas- que tiene en el Cajón del Maipo, cumpliendo con el Plan de Acción de la Estrategia de Biodiversidad de Alto Maipo. Al poco tiempo se sumó el colegio Santiago College y la inmobiliaria Brotec-Icafal para plantar ahí los árboles que la norma les exige. Para ejecutar el plan y seguir sumando entidades, contrataron a la ONG Cultiva, la cual ya ha sembrado cerca de 8 hectáreas del predio. Se calcula que para fines de este año superarán las 100.