"Operación #tormentadelsur Fase 3 comenzó a las 9 AM. Los dos targets están down. Sólo conéctense y disparen". Así convocaba la facción chilena del movimiento Anonymous al ataque que la mañana del martes recibieron las páginas del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), el Congreso y el Senado. A través de las redes sociales -y operando como un enjambre-, cientos de usuarios ingresaron a una hora definida previamente a esos sitios, haciendo colapsar el servidor. El del martes era el segundo ataque de Anonymous contra sitios gubernamentales; la diferencia era que esta vez habían tenido éxito. La operación #tormentadelsur, surgida luego de la aprobación ambiental de HidroAysén, era festejada en los foros que reúnen a los detractores del proyecto. Pero fue la embestida ocurrida el miércoles de la semana pasada contra las páginas gobiernodechile.cl y presidencia.cl, conocida como"denegación de servicio" (DOS, en inglés) la que activó la "alerta amarilla" en el Ejecutivo. El Ministerio del Interior había sido alertado de los ataques a fines de abril. A través de la ANI había instalado un cortafuego -o firewall- y aumentado el ancho de banda. Las medidas desviaron la avalancha hacia otros sitios. ¿Por qué no ocurrió lo mismo con el sitio del SEA, un blanco más que probable? En el gobierno reconocen que fue un error táctico, pero advierten que la página no fue derribada completamente, sino sólo algunos links. Anonymous se hizo conocida por los ataques contra MasterCard, Visa y el reciente hackeo a Sony. La máscara que los identifica es un homenaje a Guy Fawkes, un católico inglés que en 1600 intentó volar el Parlamento como protesta por las persecuciones religiosas. Anonymous Chile asegura tener nuevos "blancos". Y recuerdan el lema de la agrupación: "Somos una legión. No perdonamos. No olvidamos. Espéranos".