En medio del puerto de San Antonio se levanta el proyecto Paseo del Pacífico, iniciativa que partió en esa ciudad hace dos años con grandes promesas de desarrollo. Justamente el pequeño casino que alberga este inmueble -que incluye un hotel y un centro comercial- se ha convertido en el protagonista de un desacuerdo entre dos importantes operadores de salas de juego latinoamericanos.
Tras varios rumores, en mayo, se informó que el grupo argentino Ivisa -actual concesionario del casino de San Antonio- negociaba su venta a los panameños de Latin Gaming, que en Chile son operadores de los casinos de Arica, Osorno y Calama. Los centroamericanos ofrecieron US$ 2,5 millones y el compromiso de asumir una serie de pasivos e inversiones pendientes, entre ellas concluir el alhajamiento del hotel, que hasta hoy no tiene fecha de apertura.
Para formalizar el acuerdo, el gerente general de Latin Gaming, Marcelo D'Amato, viajó a Argentina a reunirse con los controladores de Ivisa, los hermanos Gabriel y Darío Rosenzvit. A su regreso a Chile se firmó un contrato de exclusividad y se estableció la última semana de mayo para cerrar la transacción. Pero en el camino las cosas se complicaron. Mientras en Latin Gaming -asesorado por el estudio Barros&Errázuriz- plantean que los argentinos simplemente no llegaron a la firma del contrato definitivo, en Ivisa señalan que desecharon el negocio "por diferencias insalvables".
La actuación de su contraparte irritó a los panameños, y sostienen que llegarán hasta las últimas consecuencias para evitar una negociación paralela, que los deje fuera del negocio.
Latin Gaming ya bloqueó cualquier nuevo acuerdo que Ivisa pretenda realizar. La primera semana de junio, sus abogados presentaron en el 1º Juzgado de Letras de San Antonio una medida precautoria que decreta "la prohibición de celebrar actos y contratos de conformidad a lo dispuesto en el artículo 290 del Código de Procedimiento Civil". Su intención, dicen, es quedarse con el casino. De lo contrario, exigirán una indemnización. Mientras tanto, el casino sigue funcionando y entregando una parte de sus recursos al municipio local.