Por quepasa_admin Julio 28, 2011

Todos los días a las 11.30 se fijó la vocería del nuevo ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick, en La Moneda. La decisión de utilizar un podio fue para proyectar una imagen más institucional  y marcar contraste con el Chadwick parlamentario de los últimos veinte años que aparecía siempre rodeado de micrófonos y grabadoras.

Al contrario de su antecesora Ena von Baer, el ex senador UDI tiene llegada directa con el presidente Sebastián Piñera. Se coordinan por teléfono todas las mañanas y es frecuente ver al  ministro cruzando el patio hacia las oficinas del mandatario. El nuevo diseño contempla que Piñera se exponga menos ante los medios y la vocería cumpla el rol de pararrayos.

Para ello Chadwick está dando una difícil batalla con el Segundo Piso que maneja la agenda y los mensajes del Presidente. El objetivo del nuevo vocero es intentar unificar las comunicaciones en el gobierno y por eso realiza a diario, a las 9.30 de la mañana, una reunión con la jefa de prensa de la Presidencia, Carla Munizaga; el director de la Secom, Mauricio Lob, y la subsecretaria María Eugenia De La Fuente, a quien entregó mayores responsabilidades, potenciando sus contactos en RN. En los encuentros se suma la hija del Mandatario, Magdalena Piñera. La idea es dar mayor peso político a la Segegob y la Secom, que durante la gestión anterior tenían un sello más técnico.

Aunque ha ratificado a la mayoría de su equipo, instalará un nuevo jefe de gabinete -cargo que estaba vacante- y cambió al jefe de asesores, Gonzalo Müller, quien era hombre de confianza de Von Baer.

Mostrando diferencias con la ex ministra, Chadwick privilegia las conversaciones off-the record con los periodistas y el diálogo con los parlamentarios de la Alianza para aunar el discurso del oficialismo.

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