El rumor se propagó por las principales oficinas de abogados. "Los estudios Carey y Claro estarían enfrascados en una batalla legal por un supuesto testigo falso", comentaban varios juristas del país.
Sin embargo, el tema es distinto: desde 2002 que Philip Morris -representada por Carey y Cía.- y la Compañía Chilena de Tabacos (de British American Tobacco) -patrocinada por Claro y Cía.- están enfrentadas en el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC).
La primera denunció a su competidora por una serie de conductas que, a su parecer, constituirían prácticas contrarias a la libre competencia. Así, a fines del 2006, y tras cuatro años de litigio, el TDLC y la Corte Suprema dictaron su sentencia: ambas le dieron la razón a Philip Morris y le hicieron una serie de requerimientos a Chiletabacos para que mejorara sus prácticas. Pasaron tres años y la Fiscalía Nacional Económica se involucró en el conflicto: interpuso un requerimiento que declaraba que Chiletabacos había incumplido lo resuelto en la sentencia.
En ese contexto, en el 2010 comenzó un proceso probatorioen el que se presentaron varios testimonios y documentos que acreditarían el actuar monopólico de la tabacalera nacional. Fue entonces cuando este caso sufrió un inesperado vuelco. Sucedió tras la declaración de un testigo clave Andrés Fuhrmann. Según cuenta un abogado ligado al caso, Fuhrmann -dueño de la comercializadora DAS- declaró tres veces, entre septiembre y octubre del 2010, y estableció que había 12 puntos de venta en la V Región donde Chiletabacos ponía limitaciones para que Philip Morris comercializara sus productos. De inmediato, representantes de la tabacalera nacional visitaron aquellos centros de distribución para chequear la veracidad del testimonio. Tras la visita, los abogados aseguraron que el testigo mentía: en muchos negocios, afirman, nisiquiera conocían a Fuhrmann, y en otros lugares negaban sus dichos. Con ese argumento en mano, la empresa acudió a la justicia penal.
A principios del 2011, Chiletabacos contactó a Julián López, de Harasic y López, y en abril presentaron una querella por falso testimonio contra Fuhrmann y quienes resulten responsables. En ambientes legales aseguran que por su naturaleza esta querella podría afectar incluso a los abogados de Carey y Cía. involucrados en el caso.
Y el demandado contrató a Juan Domingo Acosta, quien insiste que "Furhrmann no ha faltado a la verdad y Chiletabacos sólo quiere desviar la atención".
Acosta agrega que ya fueron citados a declarar tres abogados de Carey y Cía. -Juan Carlos Riesco, Lorena Pavic y Juan Enrique Coymans-, mientras que el martes pasado lo hizo Fuhrmann. También declararon 10 de los 12 comerciantes que desmintieron el testimonio de Fuhrmann.