Un furibundo anticastrista que ha ganado notoriedad a partir de intervenciones en que cuestiona duramente a gobiernos como los de Venezuela y Cuba. Así es Guillermo Cochez, el embajador de Panamá en la OEA que esta semana hizo noticia por cuestionar asesorías encargadas por el secretario general de la institución, José Miguel Insulza, entre ellas supuestos pagos por US$ 80 mil a Enrique Correa.
Las intervenciones de Cochez en las asambleas del organismo no dejan indiferente a nadie: con humor e ironía, lanza frecuentemente críticas al bloque encabezado por Hugo Chávez. Incluso, varias de ellas circulan en sitios como YouTube y Facebook. Ese perfil le valió no conseguir apoyo suficiente en julio pasado para integrar el Consejo Interamericano de Derechos Humanos: consiguió 17 votos de 34.
En el entorno de Insulza, en todo caso, desestiman las declaraciones de Cochez, afirmando que encargar asesorías está dentro de las facultades de la secretaría general y que incluso la mayor parte de las colaboraciones son ad honórem. Y se apunta a que la molestia ocurrió porque Insulza incluyó dentro del equipo de asesores al ex presidente panameño Martín Torrijos, adversario político del actual mandatario del país, Ricardo Martinelli.