Pocos saben que antes de su llegada a Cencosud el año 2000, Laurence Golborne ya había incursionado en el retail. Cuando el ministro tenía 13 años abrió un quiosco en el garaje de la casa de sus padres en Maipú, al que llamó El Chilenito. Ahí vendía todo tipo de golosinas a sus vecinos junto a su socio, su vecino Marcelo Barrales. "Vendíamos sustancias, helados de invierno, cigarros y huevos frescos. Fue mi primer emprendimiendo", recuerda hoy Golborne. Pero eso no era todo. El ministro pensó cómo podrían hacer de ese un negocio más rentable y, aprovechando el tamaño del lugar, instalaron varias sillas y durante las tardes comenzaron a proyectar películas en VHS. "Instalamos un minicine con cobro por entrada. Desde esa época, Laurence demostró la capacidad de ser emprendedor", cuenta Barrales. El último encuentro entre los ex socios fue hace unos 15 días. "El ministro hizo una visita a Maipú y nos saludamos amistosamente. Fue emocionante", cuenta Barrales.