El miércoles fue un día complejo para Metro. Un tren descarriló e ingresó a un condominio contiguo al taller Lo Ovalle, y en la tarde se supo que un mes antes hubo un hecho similar en el taller San Eugenio.

Una semana antes, el 30 de enero, la Contraloría emitió un informe de su División de Infraestructura y Regulación en que hacía observaciones a la mantención de vías existentes en ambos talleres.

El informe, ejecutado a partir de inspecciones hechas el 6 y 7 de septiembre, señala que ambos talleres tienen pistas con "una luz menor de rodado a los 6 mm + 1 mm - 1 mm en la separación entre las pistas de rodado", y que, en el caso de San Eugenio, el desnivel entre las pistas era superior al definido en las especificaciones técnicas. Metro respondió que ambos aspectos estaban en márgenes tolerables, aunque se comprometió a generar especificaciones técnicas para superar el tema. La Contraloría también cuestionó el estado del recubrimiento de  PVC ubicado en la barra guía de los talleres de San Eugenio. Metro contestó señalando que estaba en proceso de reemplazar dicho material.