Por quepasa_admin Febrero 9, 2012

Fue una negociación difícil entre dos viejos conocidos. En los últimos meses, Laurence Golborne se enfrentó con su ex jefe en Cencosud, Horst Paulmann, por el financiamiento del túnel que pasará bajo la Avenida Andrés Bello. Ésta es la principal obra de mitigación frente a los 3 mil vehículos que se espera circulen por el Costanera Center cada hora, considerando que se abrirán, además, dos torres de oficinas y hay otras dos en pleno diseño.

En un principio el holding de Paulmann se resistió a pagar las obras del túnel, basándose en acuerdos con el gobierno de Bachelet, pero finalmente ya estaría sellado el compromiso de financiar el 100% de  la obra, de un valor de US$ 40 millones.

Pero la cantidad de dólares no era el único problema. Aparte de exigir a Cencosud boletas de garantía que aseguraran el financiamiento, en el MOP se encontraron con una nueva traba: por asuntos jurídicos, la cartera no puede recibir dineros de un privado. Por ello, el ministerio se encuentra afinando una fórmula para que sea otro organismo, como Hacienda, el que reciba el millonario pago.

Una vez solucionado este escollo, el MOP estaría en condiciones de decretar el tramo de Andrés Bello como "camino público", tomando bajo su cartera el desarrollo de las obras, y permitiendo así una construcción más rápida del túnel, el cual irá  desde Nueva Tajamar en el oriente hasta Suecia, con dos pistas por sentido.

Pese a que el acuerdo ascendería a los US$ 40 millones, el MOP no ha desechado la alternativa de agregar más dinero del Estado y aumentar a tres pistas cada calzada. Esto se enmarcaría en un plan más global de la Costanera Sur, ruta que unirá Lo Barnechea con Pudahuel.  Aún no se define la forma en que el túnel se empalmará con el tramo de la Costanera Sur, que pasará frente al proyecto Parque Titanium (3 torres, de 23 pisos cada una), el cual financiará 2,9 kilómetros de esta vía.

En tanto, el reloj digital que cuelga de la cara norte del mall Costanera Center muestra los días que faltan para su primera inauguración, prevista para abril. Para muchos, es la cuenta regresiva para que el llamado barrio Sanhattan colapse.

La autorización final depende exclusivamente del alcalde de Providencia, Cristián  Labbé, cuyo municipio debe entregar la recepción municipal.
Por ello, el lobby de partidarios y adversarios de esta gigantesca obra se concentra por estos días en este municipio.

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