Sergio Arias, el sastre de los tres últimos animadores del Festival de Viña, causó sensación este año al vestir a varios de los asistentes a la Gala del certamen y recibir excelentes comentarios de los críticos. Detrás del éxito del sastre existe un desconocido episodio, cuyo protagonista es Felipe Camiroaga.
Cuando en 2009 Arias era empleado en Mosferrato (marca perteneciente a Falabella), el fallecido animador lo aconsejó -e impulsó- para que se independizara y creara su propia tienda. Fue así como el diseñador obtuvo la franquicia de Ziano Montello, que debutó en Chile vistiendo a Camiroaga en el primer Festival que animó.
La amistad entre ambos comenzó el 2007, cuando desde la fila de los jurados del Festival, Felipe pidió conocer personalmente al diseñador que vestía a Sergio Lagos que, en aquella época animaba junto a Tonka Tomicic.
Desde ese encuentro, Arias -en la foto junto a Rafael Araneda este año- vistió a Felipe en todos los eventos y formaron una estrecha amistad.