A dos años del incendio de la casa de Chicureo del animador Felipe Camiroaga, la Fiscalía Centro Norte recibió el último informe sobre el siniestro y, al igual que los anteriores peritajes, no se logró establecer la participación de terceros.

El incendio se produjo la madrugada del 11 de febrero de 2011, siete meses antes de que el animador muriera en el accidente aéreo en la isla Juan Fernández junto a otras 20 personas. Esa noche no sólo se quemó la casa: también una colección de motos y tres de sus autos. Sus mascotas se salvaron.

Este último informe, elaborado por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, ya está en manos del fiscal que investiga el incendio, Patricio Macaya, quien tras los resultados lo más probable es que cierre la investigación.

En vida, pese a que el animador comentó en público que pensaba que las causas se debían a un sobrecalentamiento -esa noche se había cortado la luz en  su casa-, en su círculo cercano manifestó sus sospechas de que el incendio hubiese sido intencional.