El anuncio de que Brasil pondría salvaguardias a los vinos chilenos, para así fortalecer a su industria, encendió las alarmas entre los viñateros nacionales. Posibles pérdidas calculadas en US$ 18 millones al primer año, y más de US$ 50 millones al 2020, según estimaciones de la consultora AndesWines, tienen a los productores nacionales estudiando llevar el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC), y al Grupo Mundial del Vino. Estas acciones las tomarán luego de hablar con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien visitará Santiago en mayo. Ahí el gremio pretende persuadir a la mandataria para que deponga la medida, antes de contratar a asesores legales en São Paulo.