Por quepasa_admin Junio 8, 2012

Llegó solo y muchos lo interpretaron como la fórmula que encontró el empresario para “dar la cara” antes de hacer estallar la tormenta en la industria eléctrica, dentro del empresariado y en el mismo gobierno. Sólo dos horas antes de hacer pública la decisión de Colbún de suspender la tramitación ambiental de la línea de transmisión del megaproyecto eléctrico HidroAysén, el miércoles 30 de mayo, Bernardo Matte -director de Colbún y quien ha sido el rostro visible detrás del proyecto- desembarcó en el edificio corporativo de Endesa, en Santa Rosa, para darles a conocer a sus socios lo que tenía entre manos. Eran las 16 horas en punto.

En la reunión, que no tomó más de 45 minutos, los más altos ejecutivos del grupo Endesa en Chile, Ignacio Antoñanzas, director general de Endesa Latinoamérica, y Pablo Yrarrázaval, presidente de Enersis, escucharon atentos la explicación que Matte les entregó, la cual fue tomada con bastante molestia: no estaban de acuerdo con que una decisión de esta envergadura se les anunciara sólo minutos antes de que comenzara el directorio de HidroAysén, el cual se inició a las cinco de la tarde. Tan ajustado fue todo, que mientras Matte salía del edificio, los ejecutivos de Endesa tuvieron que telefonear a Joaquín Galindo, presidente de HidroAysén, para comunicarle el nuevo escenario antes que éste comenzara la cita.

Desde entonces los ejecutivos de Endesa manejan varios escenarios frente a la determinación de Colbún. La decisión final sobre los pasos que seguirán ambas compañías se decidirá en el próximo directorio, que debiera efectuarse la próxima semana.

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