Ni comidas especiales ni exigencias millonarias. El pedido que más complicó a los organizadores de la visita de Jennifer Lopez fue conseguir dos cunas para sus mellizos. Algo que parecía simple, pero que tuvo dificultades.

La razón es que sus hijos, Emme y Max, tienen cuatro años, por lo que no cabían en una cuna normal. El hotel Ritz Carlton ofreció ponerles baranda a las camas, pero J Lo insistió en pedir cunas. Así, los organizadores salieron a buscar cunas de madera con barrotes grandes en donde pudieran caber los pequeños. Finalmente, tras contactarse con amigos y firmas especializadas, lograron obtener dos cunas de 70 x 140 centímetros, para las cuales compraron especialmente sábanas y colchones.