Por quepasa_admin Agosto 9, 2012

El lunes pasado gran parte del país se congregó frente al televisor para ver la final de salto de los Juegos Olímpicos en la que participaba el chileno Tomás González. Justo a esa hora -cerca de las 10.30-, en el grupo 10 de la FACh se preparaba la salida del vuelo que llevaría al presidente Sebastián Piñera a Talcahuano, donde asistió a la erradicación de un campamento y la entrega de viviendas sociales.

Pese a que la tripulación trató de demorar el despegue para ver el salto del atleta, el avión salió cuando el británico Kristian Thomas estaba compitiendo. Una vez en el aire preguntaron si era posible encender un celular para ver si podían colgarse a alguna señal. El camarógrafo de un canal fue quien prestó su teléfono y sintonizó el aparato segundos antes de que González hiciera su gran salto.

Al grupo que miraba la pequeña pantalla se sumaron rápidamente el delegado presidencial para Campamentos, Felipe Kast, y el ministro de Defensa, Andrés Allamand. Tras el exitoso primer salto, los gritos de los espectadores alertaron al presidente Sebastián Piñera, quien salió de su despacho y se encaramó a uno de los asientos para ver la participación del chileno.

Cuando concluyó la competencia, el comentario de Piñera fue que lamentaba mucho no haber ido a estos Juegos Olímpicos, pues para él era habitual asistir cada cuatro años a este evento deportivo.

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