La semana partió mal para la CEO de Anglo American, Cynthia Carroll. Un grupo de accionistas minoritarios, según consignó el periódico inglés Telegraph, estarían promoviendo la salida de la funcionaria por los malos resultados obtenidos durante el primer semestre, donde destacó la caída de 46% en las utilidades, hasta los US$ 1.700 millones.
Pero Carroll no es la única. Durante los primeros meses de 2012 casi una decena de altos ejecutivos (ver listado) ha dejado sus cargos. El último fue Tye Burt, CEO de Kinross, a quien incluso algunos accionistas minoritarios le crearon el sitio web firetyeburt.com (“Despidan a Tye Burt”, en español). En la industria creen que una tendencia parece instalarse: los pequeños accionistas están empoderados y exigen resultados.
Para el ex presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, como para el ex CEO de Antofagasta Minerals, Marcelo Awad, el común denominador son los crecientes costos. En los últimos 15 meses los costos han crecido 20%, lo cual ha estrechado los márgenes, y por ende, las utilidades a los accionistas. Villarzú además cree que la baja en el precio del cobre ha asustado a algunos propietarios: “Pero no reparan que el valor sigue en un alto nivel histórico”, asegura.
A estos factores se suma, según Gustavo Lagos, del Centro de Estudios del Cobre y la Minería, la dificultad para los máximos ejecutivos para cumplir las metas propuestas, demandadas especialmente por la alta liquidez con que han contado las mineras estos últimos años. Según el socio analista de PwC, Colin Becker el ciclo extraordinario parece ir frenando su ritmo y eso ha limitado el desarrollo de grandes proyectos, generando inquietud entre los accionistas.
Dentro de los cuestionamientos a los ejecutivos también aparecen las críticas a los bonos que reciben. Ésa ha sido una de las causas por las cuales está frenada la mega fusión entre Glencore y Xstrata: 73 altos ejecutivos recibirían -de acuerdo a la propuesta de fusión- US$ 270 millones, lo cual indignó a los minoritarios.