El anuncio fue en abril y sorprendió a su equipo en Veritas. Jaime Celedón, cabeza de la agencia desde su creación en 1973, anunció que por las dificultades del negocio y por su cansancio había decidido poner en venta la firma.
Entonces vinieron dos meses de negociaciones internas, en los cuales su socia y directora general, Berta Carvallo, logró hacer cambiar de parecer al publicista, y consiguió que le cediera su 70% para continuar ella a cargo de un equipo más pequeño.
La primera decisión de Carvallo como gerente general fue mudar a Veritas de su tradicional casona en San Pascual con Nevería a un recinto más pequeño ubicado justo al frente, donde funcionan desde el 1 de septiembre. Además, redujo el equipo de 20 a 12 personas.