Por quepasa_admin Octubre 4, 2012

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A principios de noviembre de 2011, funcionarios de Conaf informaron a sus superiores que algo inusual sucedía en el salar de Maricunga: una empresa minera se encontraba haciendo sondeos en el centro de este lugar e, incluso, había instalado un pequeño campamento cercano a las instalaciones de una oficina aduanera que se encuentra en esa zona. Se trataba de  la minera Li3 Energy, la misma compañía que acusó a SQM de tener litigios con el Estado, argumento  que terminó por  invalidar la licitación para la explotación del litio que se había adjudicado la firma liderada por Julio Ponce, hace pocas semanas.

Maricunga -ubicado en el Parque Nacional Nevado Tres Cruces, en la Región de Atacama- fue declarado Zona de Interés Turístico en 2006, por lo que cualquier actividad en él requería de una evaluación de impacto ambiental, requerimiento que Li3 Energy no había cumplido.

Pese a que en un principio los funcionarios de la empresa minera dijeron tener todos sus papeles en regla, finalmente un equipo del Ministerio del Medio Ambiente, de la Conaf, del SAG y del Sernageomin viajó al lugar y terminó suspendiendo las obras, hasta que se realizara la evaluación ambiental o, al menos, se enviara una carta de pertinencia: es decir, un documento que pregunte a la autoridad si corresponde realizar dichas evaluaciones.

Tras el requerimiento, Li3 Energy envió la carta de pertinencia. Sin embargo, no volvió a realizar actividades en el salar.

Con todo, a algunos llamó la atención un documento que elaboró la misma minera -realizado en base a investigaciones hechas durante esa época- que explica que las salmueras de Maricunga tendrían un 0,104% de litio, niveles sólo superados por el salar de Atacama, que tiene un 0,150%.

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