El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha seguido de cerca la demanda contra Chile interpuesta por Perú ante La Haya en 2008, argumentando la inexistencia de un tratado de límites en el océano Pacífico, cuestión que Chile rechaza al estimar que los tratados de 1952 y 1954 fijaron la delimitación en la proyección marítima del paralelo terrestre.
Sin embargo, como él mismo explica, su cargo le impide opinar y le exige total parcialidad: “Perú decidió recurrir a La Haya en virtud del pacto de Bogotá, pacto de solución pacífica de controversias que está en la fundación de la OEA. Y Chile respondió de acuerdo al mismo pacto, y por lo tanto yo y la OEA somos parte involucrada. Tanto es así, que a mí me mandan todos los documentos del proceso que tengo en mi oficina”.
Y agrega: “Por lo tanto, mi única respuesta no puede ser otra que ojalá que el tribunal falle pronto y falle bien, y que todo el mundo acate el fallo. Nada más que eso”.