Una inespertada situación vivieron los miembros de la delegación presidencial que acompañó la semana pasada a Sebastián Piñera por Bélgica, Inglaterra, España y Turquía.

Al dejar Londres con destino a Cádiz los agentes de seguridad del aeropuerto internacional de Heathrow decomisaron todos los líquidos de más de 100 ml que llevaban los pasajeros. Ello implicó que varios alcaldes, diputados y parte de la comitiva tuvieran que deshacerse de artículos personales y regalos. Pese a que ésta es una política utilizada en diferentes aeropuertos del mundo, habitualmente el avión presidencial es excluido de esta revisión, por lo que la medida tomó por sorpresa a la comitiva. Entre los afectados estaba el diputado Felipe Salaberry y el alcalde de Temuco, Miguel Becker, quienes habían comprado varios perfumes en el Duty Free.  Los únicos exentos del control fueron Piñera y el canciller Alfredo Moreno.

Sin embargo, el comandante de la aeronave, Germán Olave, hizo gestiones para revertir la decisión. Finalmente, Olave llegó al avión con los líquidos que fueron devueltos con un original sistema: un carrito se paseó por todo el avión y cada dueño reconocía sus pertenencias.